Prosa que destroza
Antes que nada, quiero dedicarle esto a una persona que en poco tiempo toco mi corazón con una historia desgarradora que les contare a continuación.
Heme aquí, con el corazón ardiendo y los dedos titubeantes, tratando de narrar esta nueva historia, una más de las miles que quisiera plasmar en papel pero a veces prefiero tirarme en el sillón viendo el techo de la casa con la mirada perdida aparentando que estoy pensando, cuando lo que hago realmente es darle vida a mis palabras en mi mente.
Hace un par de meses conocí por la red a una mujer muy agradable, con una sonrisa angelical y unos bellísimos sentimientos, Lic., En administración de empresas, sub gerente de una importante empresa en Polanco, residía en Tultitlan Edo de Mex. 28 años, separada, sin hijos, solitaria, y amante de mis pocos escritos en el blog.
Un día recibí un mensaje a través de facebook donde cordialmente me saludaba felicitándome e incitándome a seguir plasmando mis pensamientos en la pagina porque le habían fascinado, al parecer se identifico con alguno de ellos.
150 kg cubrían la hermosa y angelical persona que era Cristina, una chica con sobrepeso, que al igual que muchas gorditas llevaba cargando un peso más grande que solamente kilos , cargaba con miedo, tristeza, rechazo, y con las miles de miradas con morbo de la sociedad, así que ojala una persona gordita solo cargara con esos suficientes kg de masa corporal que de por si son difícil de sobrellevar, también se carga con todo ese peso mental.
Se preguntaran ¿por qué hablo de ella en tiempo pasado?, por el terrible hecho que hace dos días esta chica decidió suicidarse en el baño de su casa, con una navaja filosa abrió sus muñecas y desgarró sus venas hasta que su cuerpo vació toda la sangre y murió.
Esto no es una noticia pública que verán en los noticieros locales, ¿saben por qué? Porque para la sociedad esto no es trascendente, no es noticia, no importa. Solo era una persona más que se suicido y punto, Pero para mí no, para mi si es lo suficientemente trascendental que quisiera enviar un comunicado expresando este caso directamente a la CNDH para fomentar un programa de CERO DISCRIMINACION A PERSONAS CON OBESIDAD, pero eso no regresaría a tantas vidas perdidas a causa de este fatal hecho de discriminación.
Debido a los mensajes que llego a enviarme expresándome como se sentía, un día decidí llamarla por teléfono. Al contestar inmediatamente pude escuchar esa voz dulce, clara y amigable, Platicamos un rato y quedamos en ir a tomar un café al centro de la cuidad en un par de semanas, pero ese café quedo pendiente...
Se había separado de su única pareja, el poco hombre la abandonó hace un par de meses con el argumento que ella había subido demasiado peso, diciéndole que ella era delgada cuando la conoció. ¡Vaya estupidez! Y ¿como pretendía que estuviera delgada? si había subido de peso debido a tantos medicamentos hormonales que tomo durante mucho tiempo con el fin de poder darle un hijo que tanto pedía el y su familia, y a causa también de enfocarse todo el día sentada en su oficina tratando de ganar más dinero para pagar tanta deuda en que se metieron después que el quedo sin trabajo por un tiempo, ¿qué demonios tenia este macho en la mente?
Detrás de cada persona con sobrepeso hay una historia, y muchas veces no tan agradable de escuchar, es por ello que generalmente ese tipo de historias no son contadas, pero bueno, ya les conté una de ellas, ojala sirva de mucho.
Muchos se atreveran a criticar con el argumento "Pues que bajen de peso o que se acepten" pero señores, este proceso es mas dificil que solamente decirlo. es difícil interiorizar esto porque vivimos en una sociedad exigente con las apariencias", y es un proceso largo en el que se busca "Cultivar tu autoestima. Repetir, cada día, que en las apariencias no está lo que te dignifica, no es imposible, pero si es complejo entenderlo, imaginense lograrlo.
A partir de mi experiencia personal de ser una mujer BBW (Beautiful Big Woman), les puedo decir que detrás de la palabra “gorda” hay rechazo, burla y hasta cierto punto desprecio y asco. No es necesario que la gente lo exprese con palabras. Es suficiente con ver la mirada y un poco más. Es lo que llaman el lenguaje corporal.